En mayo de 2013, el activista congoleño residente en Estados Unidos, Kambale Musavuli, publicó en su Facebook este análisis a raíz de leer noticias sobre las ayudas del Banco Mundial a Congo, los filántropos que viajan a ayudar a las mujeres violadas, o los benefactores varios que dicen perder el sueño porque quieren solución a los problemas de África.