miércoles, 26 de marzo de 2014

Manipulación, allá vamos otra vez. Homosexuales en Uganda

El día 1 de marzo me llegó esta foto a través de las redes sociales.
Foto: kevin aloo kibera life
La primera reacción, antes de leer el texto, fue: Ay madre, otra de “los musulmanes van por ahí quemando a cristianos vivos”... y es que he llegado a la conclusión de que una imagen de alguien quemado es para ese sector manipulador cristianista paranoico como un billete de 5 euros en el suelo de la acera ¿cómo no cogerlo? y sacarle algo de provecho. Lo digo porque, además de la foto de mi anterior artículo sobre el tema, he recibido varias más en estos últimos meses, incluso en formato video, que no voy a enlazar, porque son verdaderamente la misma aberración por la visión, por la manipulación y por el trágico hecho en sí.

Esta vez no han sido los cristianistas radicales, pero para mí salta a la vista por muchas razones que se trata de otra manipulación. La noticia que acompaña a la foto se titula “Homosexual quemado vivo en Uganda tras la aprobación de la ley anti-gays”. 

Impactante.

Pero falso.

Consciente o inconscientemente, el origen de la manipulación viene del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de Uganda, LGBT Uganda Updates, con estos dos artículos: 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Hijos de dictadores. Affaire Soyinka vs Abacha

Los primeros días de marzo de 2014 saltó a los medios de Nigeria esta pelea peculiar. Por un lado estaba el laureado escritor y poeta Wole Soyinka, que entre sus méritos tiene el de ser el primer africano en recibir el Nobel de Literatura. Rabioso defensor de los derechos humanos, ha sido condenado a penas de cárcel por algún tirano, incluso a pena de muerte por el dictador Sanni Abacha. Durante sus años de exilio ha sido profesor en diversas universidades de prestigio norteamericanas y europeas. Desde que volvió a Nigeria con la restauración del poder civil y electo, ha sido un firme defensor de los oprimidos y crítico con los opresores. Es un intelectual mundialmente conocido y respetado no solo por su amplia obra, sino también por su compromiso y lucidez.

Del otro lado estaban dos de los diez hijos del mencionado dictador Sanni Abacha, su hija Gumsu y su hijo Sadiq. Estos dos vividores disfrutan de un altísimo tren de vida entre Nigeria y mansiones por todo el mundo, gracias a la inmensa fortuna que su padre robó al pueblo de Nigeria [Algunos hablan de cantidades astronómicas, entre 1.400 y 1.700 millones de dólares]. No tienen estudios ni carrera profesional conocida, más que… ser ricos. Sadiq es propietario de compañías muy rentables en Dubai y Nigeria, principalmente del sector inmobiliario y petrolero. Gumsi, heredera de la belleza de su madre, está casada con un influyente y rico político de Camerún, Bayero Fadil. Se dice en Nigeria de su madre, hablando de los procesos judiciales por desfalco en Nigeria y el extranjero, que “ni siquiera quitándole todo el dinero, llegaría a ser tan pobre como Dangote” [el hombre más rico de Nigeria y de toda África, según Forbes]. 

Este es el currículum vitae, en breve, de las dos partes enzarzadas.

No sé si por casualidad, en la misma fecha en que estalló la reyerta, Estados Unidos hizo público que había logrado congelar 458 millones de dólares que la familia Abacha tenía en varias cuentas bancarias de Francia, Gran Bretaña y el paraíso fiscal de Jersey. Por mencionar algunas conocidas, entre las instituciones bancarias que han congelado cuentas de la familia Abacha están Citibank, Chase Manhattan Bank, el británico Barclays y el alemán Commerzbank.

Abacha murió en junio de 1998 a los 54 años. Se rumorea que en medio de una orgía con prostitutas, sufrió un infarto causado por la ingesta de viagra para la ocasión. No hacía ni 5 años que el general Abacha había dado un golpe de estado, en noviembre de 1993. En apenas cinco años que duró su brutal dictadura le dio tiempo a mucho. Destaca el ahorcamiento (presionado y ayudado por la petrolera británico-holandesa Shell) del escritor y activista medioambiental Ken Saro Wiwa y ocho de sus compañeros defensores de los derechos del pueblo ogoni. Además, el desfalco que cometió es uno de los más destacados de África, la cantidad jamás llegará a conocerse con exactitud. El gobierno que sucedió al cleptócrata, dirigido por Olusegun Obasanjo, habló de 4.000 millones de dólares desaparecidos… Desde 1998, saltan noticias a la palestra sobre nuevas cuentas descubiertas y congeladas en bancos europeos, estadounidenses y de paraísos fiscales con cientos de millones cada vez, y aún así, esta amplísima familia vive a todo lujo sin conocer ni de lejos las estrecheces que la inmensa mayoría de los nigerianos sufre cada día.
El detonante de este revuelo se enmarca en la celebración del centenario de la fusión del norte de Nigeria con el Sur, en 1914, dando lugar a una administración unificada por Sir Frederick Lugard. Se suponía que era un experimento de 100 años, pero dados los cambios ocurridos desde entonces, no se tiene en cuenta la supuesta “expiración” del estado de Nigeria. Esa administración formada en la época colonial es la Nigeria que perdura hoy en día. Para muchos nigerianos no hay nada que celebrar, ya que es la formación de uno de tantos estados africanos, que amalgaman pueblos muy dispares, divididos y a veces enfrentados, por imposición colonial. Nigeria ha sufrido una guerra civil y continuas tensiones entre norte y sur. Los políticos explotan y exacerban el odio y las diferencias, en lugar de tomar la ansiada senda del diálogo y la convivencia.

En cualquier caso, el gobierno ha decidido celebrar el centenario de la formación de Nigeria. Uno de los actos de conmemoración es la concesión de Galardones del Centenario a personalidades significativas de la historia del país. En esa lista, el gobierno ha mezclado de todo: vivos y muertos; notorios por lo bueno y por lo malo. Por ejemplo, al premio Nobel Soyinka y al difunto dictador Abacha.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Sobre líderes tradicionales, súbditos y clientes II

Tras la primera parte de opiniones africanas sobre una noticia aparecida hace un tiempo en un medio de Ghana, Joy Online, que informaba de un programa de cursos destinados a jefes y reinas tradicionales del país, para enseñarles a tratar a sus pueblos como “clientes”, en que la ruandesa que vive en Mozambique, Isabelle Munyangaju, y el ghanés Ato Ulzen-Appiah, afirman que es necesario que los líderes tradicionales mejoren su actuación, a continuación ofrezco íntegro el interesante análisis que dio por respuesta el congoleño Romain Minga.

Él destaca que antes de la colonización, los líderes tradicionales eran educados para ejercer ese cargo de la mejor forma, pero al desmantelarse la educación tradicional y cambiarse por la educación occidental, los líderes actuales no tienen la educación adecuada para ejercer las responsabilidades de tal cargo. Su pervivencia hoy en día choca con la nueva organización política, también occidentalizada obligatoriamente. Su visión es esta:
Foto: KarlHeinrich, via Wikimedia Commons
1. En su mayoría, la zona de África subsahariana estaba constituida por reinos. Estos reinos fueron divididos en países, luego comprados y colonizados.

Esto quiere decir que durante la colonización, uno de los grandes objetivos era desmantelar estos reinos, para  dominar la zona. Para llegar a sus objetivos, los países colonizadores utilizaron la educación y la religión (que no son malas en sí mismas). Presentando la educación y religión occidental como las mejores…

Visto que estos reinos no han sido completamente desmantelados, todavía hay algunos jefes tradicionales, emanación de estos antiguos reinos, que están presentes en su mayoría en zonas rurales o ciudades pequeñas. Los que tenían poder sobre los territorios de las grandes ciudades siguen allí, pero solo con reconocimiento histórico, ya no influyen en el rumbo ni en las grandes decisiones de las ciudades (en comparación con los de las zonas rurales que todavía tienen poderes territoriales, jurídicos y económicos) y se presentan como guardianes de tierras tradicionales.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Sobre líderes tradicionales, súbditos y clientes I


Hace tiempo leí una breve noticia en un medio de comunicación de Ghana, Joy Online, sobre un programa que se estaba llevando a cabo en todo el país, para que los líderes tradicionales aprendieran a gestionar mejor los recursos de sus localidades y a “tratar a sus súbditos como clientes”. El programa constaba de cursos de cuatro meses destinados a jefes y reinas tradicionales y había comenzado en Kumasi, la capital de la región de Ashanti, en Ghana. La financiación provenía de Europa y China. El Centro que lo gestionaba y dirigía era el Osei Tutu II OTCEER, Centre For Executive Education & Research, (Centro para la Educación Ejecutiva y la Investigación).

El director del centro, Nana Otuo Acheampong, explicaba: “Queremos que (los líderes tradicionales) tengan una mentalidad diferente en la forma en que interactúan con sus súbditos, principalmente que traten a sus súbditos como clientes”, creía firmemente que la sociedad sería más leal a las causas de los jefes si sus miembros eran tratados como clientes. Según lo explicaba el periodista ghanés Kofi Adu Domfeh, la iniciativa era realmente beneficiosa.

A lo largo de años leyendo noticias e investigando después el trasfondo de las mismas, he desarrollado una deformación profesional que me hace mirar todo con extremada suspicacia. Leí entre líneas que se estaba reeducando a los líderes africanos conforme al liberalismo que impera en el mundo. Que se estaba borrando el último resquicio de cualquier modo de gobierno que no se rija por las leyes del mercado. Pensé que es muy descarado ya el modo en que el liberalismo impone sus reglas a todo el mundo hablando abiertamente de “clientes”.

Se me ocurrió que tal vez los líderes africanos debieran venir a Europa, a Estados Unidos y a Japón a enseñar a nuestros líderes occidentales “cómo NO tratar al pueblo como clientes”, a utilizar otras medidas, otros valores que no sean económicos. Decidí preguntar a un grupo de africanos su opinión sobre el asunto. Obtuve respuesta de alguien de Ghana, de alguien de Congo Kinshasa y de alguien de Mozambique.
Foto: Ghana. USAID Africa Bureau [Public domain]
Dividiré este artículo en dos partes porque no quiero dejar en el tintero nada de las amables respuestas de los compañeros y compañeras del continente. En esta primera parte expongo la visión que me trasmitieron la ruandesa afincada en Mozambique, Isabelle Munyangaju, y el ghanés Ato Ulzen-Appiah.

La segunda parte será la respuesta del congoleño Romain Minga, que ofreció un amplio análisis del asunto. El tercero reconoce, como los dos primeros, una situación que debe ser corregida, pero desde un análisis que contextualiza la situación, que tiene en consideración las causas y antecedentes.