domingo, 1 de octubre de 2023

Golpes de Estado en África Occidental

En Sudán se produjeron dos golpes de Estado, en 2019 y un segundo en octubre de 2021. Mali vivió su primer golpe en agosto de 2020 y otro después, en mayo de 2021. En Chad hubo un golpe en abril de 2021. En Guinea Conakry se dio un golpe en septiembre de 2021. En Burkina Faso han tenido lugar otros dos, uno en enero de 2022 y otro en septiembre del mismo año. El golpe de Níger se produjo a finales de julio de este 2023, y el último ha sido el de Gabón, el pasado 30 de agosto. 

Un golpe real frente a uno escenificado. Ilustración de Mahi Rtail (Al Mayadeen)

Una oleada de golpes de estado ha vuelto a sacudir el África occidental. Hay que reconocer que los golpes de estado parecen ya una tradición regional. Muchos, la mayoría, son no sangrientos, algunos incluso son descaradamente escenificados, pero en algunos otros se ha derramado mucha sangre. Aunque todos reciben ayuda o son impulsados desde el exterior, de ningún modo son todos iguales. Los pueblos respectivos han salido a festejar cada uno de todos estos golpes, porque cada uno de ellos les ha brindado la posibilidad de soñar y emocionarse con los tan ansiados cambios. Pero por lo general, esta tradición no ha traído cambio alguno para sus pueblos.

Los pueblos africanos no han estado callados hasta ahora. Las manifestaciones de protesta, las rebeliones y las resistencias antiimperialistas y anticoloniales siempre han estado presentes. Pero en el Occidente global no se les presta atención, ni cuando protestan, ni cuando son masacrados y sofocados con violencia por las fuerzas de seguridad de sus respectivos gobiernos impuestos por occidente. 

Estamos viviendo un momento de transformación a nivel mundial. Estados Unidos y sus aliados pierde su posición hegemónica y nace un mundo multipolar a pasos agigantados. No hay que subestimar la virulencia del imperio que cae. Seguro que no cederá fácilmente, pero se ha hecho evidente su pérdida de agarre, (incapaz de ganar en Siria, incapaz de ganar en Ucrania…). Tan evidente que los pueblos africanos y sus buenos líderes, que los hay, no han perdido tiempo para aprovechar esa grieta en el muro del imperio, con el que siempre se han estrellado. Se levantan una vez más en busca de esos tan soñados cambios de libertad y dignidad. En este momento de la historia, en algunos países están tocando esos sueños con la punta de los dedos, lo cual está poniendo nervioso al imperio y será un acicate para que otros pueblos imiten sus revueltas y sus golpes de cambio. Veremos más, seguro. Pero ojo, también veremos escenificaciones gatoparduscas de fingir el cambio, para que todo siga igual, pero mejor controlado.