Para pensar:
Un soldado estadounidense negro lee un cartel del Vietcong en la selva: "Soldado negro, estás cometiendo los mismos crímenes aberrantes en Vietnam que el Ku Klux Klan perpetra en tu casa contra tu familia” (1975)
Tomado de la cuenta de X de Roberto Taboada, @robertotaboada5.
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«Había un tercer destructor blanco: un misionero que quería sustituir todo conocimiento de nuestro camino con fábulas de las que incluso nuestros hijos se reían. Le dijimos al misionero blanco que también teníamos tales fábulas, pero las guardamos para el entretenimiento de los que aún estaban creciendo - fábulas de dioses y demonios y un ser supremo por encima de todo. Le dijimos que sabíamos que las mentes tiernas necesitaban tales ilusiones, pero que cuando una mente crecía entre nosotros hasta la edad adulta, crecía más allá de estas fábulas y llegaba a comprender que en verdad hay una gran fuerza en el mundo, una fuerza espiritual y capaz de moldear el universo físico, pero que esa fuerza no es algo que se pueda cortar o desconectar, ni algo separado de nosotros mismos. Es una energía en nosotros, que es la más fuerte cuando trabajamos, respiramos o pensamos juntos como un solo pueblo; la más débil cuando estamos dispersos, confundidos, rotos en fragmentos individuales e inconexos.»
- Ayi Kwei Armah (Cita extraída de ‘Yurugu’, una crítica africana del pensamiento cultural y compartimento europeo, de Marimba Ani, 1996.)
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