lunes, 18 de noviembre de 2019

La APDHE concede uno de los premios 2019 de Derechos Humanos a V. Ingabire

La APDHE ha concedido los premios de derechos humanos 2019 a magníficos candidatos haciendo gala de una independencia y coherencia encomiables. El gran Jorge del Cura, el gran Pascual Serrano y a nivel internacional, en su línea de no dejarse llevar por modas sino por su trabajo real y diario, a Victoire Ingabire de Ruanda y a Nora Morales, de la Madres de Plaza de Mayo – línea fundadora, unas buenas y queridísimas amigas de Umoya en Argentina.
Unas cuantas veces, gente amiga y cercana de profesión y de vida me han preguntado en confianza ¿por qué sois tan pesados con esta mujer? [Victoire Ingabire] / ¿Con este asunto? [Ruanda], esto es algo que agradezco porque es señal de una relación de sinceridad, en la que se plantean las cosas de frente. De sus palabras yo extraigo que les importo. Se trata de un solapado consejo para reflexionar, a la vez que de una advertencia “querida amiga, se te está yendo la olla, ¡vuelve al mundo en el que vivimos todos!”.
No sé qué responder, esta postura mía y de las y los compañeros de Umoya es difícil de explicar. No se trata de cerrazón, se trata de mantenernos firmes en una denuncia, aún a costa de las adversidades que trae toda lucha contra las versiones oficialmente impuestas a la mayoría, sin basarse en la realidad necesariamente; no se trata de obsesión, se trata de no cejar en la defensa de una causa justa, la de las víctimas de esta oficialidad impuesta, de esta impunidad de determinados criminales, cuyas exacciones han sido demostradas sobradamente durante los últimos 20 años; y no se trata aleatoriamente de cualquier mujer ni de cualquier causa, se trata, probablemente a estas alturas, de una de las mayores tragedias humanas de la historia reciente. Una tragedia que debería avergonzar a la humanidad entera.

martes, 24 de septiembre de 2019

Esa “descolonización” borrada de los libros de historia del norte

¿Saben ustedes que incluso hoy, muchos países africanos siguen pagando un impuesto colonial a Francia, a pesar de la “independencia”?

Sekou Touré
Cuando Sekou Toure de Guinea Conakry decidió abandonar el imperio colonial francés, en 1958, y optó por la independencia del país con el apoyo masivo de la población, la elite colonial francesa en París se indignó, le pareció insolente que los guineanos exigieran su independencia y ansiasen su soberanía.
En un acto de furia histórica las élites francesas de París pidieron a su administración presente en Guinea que destruyesen por todo el país lo que representaba, a sus ojos, las ventajas de la colonización francesa.
Tres mil franceses salieron del país llevándose consigo todos sus bienes, (la mayoría, previamente arrebatados a los guineanos con la colonización). Al marcharse, destruyeron todo lo que no se podía transportar a Francia: escuelas, guarderías, edificios de la administración pública… todo fue destruido, vehículos, libros, medicinas, instrumentos de investigación, los tractores fueron aplastados y saboteados; los caballos, las vacas y el resto de ganado en las granjas fueron sacrificados y los alimentos almacenados en los graneros fueron incendiados o envenenados.

lunes, 1 de julio de 2019

Actualización de la teoría de la espiral del silencio

Esta teoría, propuesta por la politólogo alemana Elisabet Noelle-Neumann en 1977, afirmaba que las opiniones predominantes silencian a las opiniones minoritarias, y cuanto más predominante es una opinión, más se silencian “voluntariamente” los que no están de acuerdo.
Esto es debido al gregarismo o miedo natural del ser humano al aislamiento. Somos seres sociales hasta el punto de morir si no tenemos relaciones humanas. Es famoso el experimento que realizó el rey Federico II en el siglo XIII. Para indagar cuál sería el “idioma natural” que el buen dios infundía a las personas a hablar sin la influencia de sus congéneres, se secuestró a decenas de niños del reino y se los crió en aislamiento; alimentados, vestidos y cuidados físicamente, pero sin contacto humano alguno, sin comunicación, esperando descubrir cuál era el idioma que empezarían a hablar por naturaleza. Nunca pudieron llevar a término su experimento, todos los niños secuestrados para la “ciencia” morían prematuramente, antes de los 3 años, de lo que es conocido hoy como “enanismo psicosocial”. Nuestra necesidad de la comunidad es absolutamente vital y nuestro instinto de supervivencia nos impele a no aislarnos del grupo por nada del mundo.
En los años 50, el psicólogo polaco Solomon Asch confirmó con un experimento el miedo inconsciente a expresar una opinión contraria a la mayoritaria, no vaya a ser que el grupo te rechace. Una persona entra en una sala y se le pide que diga cuál, en su opinión, es la raya cuya longitud es igual a la de la izquierda. Todos los demás de la sala, parte del experimento, afirman que es la A. El sujeto, silenciando lo que sus propios ojos ven, se sumaba a la mayoría diciendo A en lugar de C, en casi el 40% de los casos. Y los que contestaron C, mostraron "estrés y malestar extremo".
La presión social sigue siendo de gran importancia, sí, la minoría calla, pero con el desarrollo de las redes sociales de comunicación, cada vez menos, porque se puede hablar por otros canales.