domingo, 21 de noviembre de 2021

La extraordinaria historia del caso contra Felicien Kabuga

El 20 de mayo de 2020, la policía francesa detuvo en su apartamento a las afueras de París al empresario ruandés Felicien Kabuga, cuando tenía 87 años, para ser juzgado en La Haya, por su papel en el genocidio de Ruanda de 1994.

Felicien Kabuga
Felicien Kabuga
Mediáticamente, este hombre ya está condenado por ser “El financiador del genocidio” y “El importador de machetes”.
Así funciona la información, los grandes medios y agencias internacionales publican algo y por esa ley de filtración o chorreo hacia abajo, lo que en inglés se llama trickle down, todos los medios del mundo, por alejados del tema que estén, por pequeños que sean, reproducen esa misma “noticia”, por lo que se puede decir que Felicien Kabuga ya está condenado mediáticamente en todo el mundo. En el imaginario colectivo, alimentado por los medios, su nombre permanecerá ligado para siempre a ese bulo de la “importación masiva de machetes en Ruanda, en preparación para cometer el genocidio contra los tutsis, en 1994”. Pero ¿Qué hay de cierto en todo ello?

El trabajo inacabado del TPIR de Arusha
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), establecido en Arusha, Tanzania, desde 1994 hasta 2015, fue el encargado de juzgar los crímenes cometidos entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 1994 en Ruanda (Excepto el atentado terrorista que derribó el avión presidencial el 6 de abril, desencadenante del genocidio. La Fiscalía se ha negado a juzgarlo, a pesar de haberlo investigado en un principio). En su inauguración se afirmó que no impartiría la justicia del vencedor, pero la realidad es que sólo se ha juzgado a vencidos y se ha negado a juzgar a vencedores, a pesar de que la fiscalía ha tenido en su mesa dosieres de crímenes graves cometidos por estos últimos. 

En los 21 años de su funcionamiento, con un presupuesto de miles de millones y miles de investigadores, se ha acusado a 96 personas, se ha juzgado a 85 y se ha condenado a 61. Tras el cierre del TPIR, los casos remanentes son juzgados por el Mecanismo Residual Internacional para Tribunales Criminales, (International Residual Mechanism for Criminal Tribunals, IRMCT), en La Haya, a cargo del magistrado belga Serge Brammertz. Es aquí donde Felicien Kabuga está detenido a espera de juicio.
El juez belga declaró que se procedería con rapidez en este caso dada la edad del acusado y su delicado estado de salud. Pero cuando quedan apenas 3 meses para su 89 cumpleaños, el acusado sigue esperando que comience el juicio.

Se han modificado en varias ocasiones los cargos de los que se le acusa. Después de 20 años repitiendo que está buscado por haber importado toneladas de machetes para cometer el genocidio, a primeros de este año, este cargo ha desaparecido. Muchos investigadores han demostrado en estos 20 años que esa acusación no tenía el menor sentido, por eso la fiscalía ha eliminado definitivamente esta acusación de los cargos y ni Ruanda ni nadie ha hecho el menor comentario.