miércoles, 26 de noviembre de 2014

Manteros y mercados informales, oprimidos contra opresores

El otro día el blog de Michel Collon me recordó una magnífica reflexión de Malcom X que nunca está de más recordar y que viene bien para todo: “Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”.

Lo legal y lo ilegal, lo bueno y lo malo, en nuestra mentalidad muchas veces no lo conforma tanto la racionalidad como la machaconería de los mensajes mediáticos y de la educación -estrechamente ceñidos al sistema capitalista.

Una de estas irracionalidades que hemos asimilado como incuestionables es la ilegalidad o maldad del modo de supervivencia de la gente que no tiene trabajo formal/regular/oficial, más bien que está en situación de “desempleo encubierto” como define el economista Gaspard Muheme* a todos los que no entran en los esquemas cuadriculados de la economía occidental capitalista. Los que alimentan a sus familias y pagan las facturas con trabajo dentro de lo que se considera economía informal, o trabajar en negro.

Mi amigo Bara es mantero, un tipo fantástico, muy educado y respetuoso, inteligente, honrado y con una visión de futuro para él y su familia ceñida a los principios de honradez y respeto a los demás que rigen su vida. Se ve obligado a vivir y mantener a su familia vendiendo en la manta, no le gusta, le encantaría ser asalariado en cualquier sitio, pero no encuentra trabajo que esté integrado en el sistema. ¿qué va a hacer? ¿Robar? ¿Mendigar? Oye, vender en la calle es una forma muy digna de vida en África. En muchos países de África, al no tener instituciones que establezcan y organicen unas normas basadas en la economía tal y como la conocemos en España, la capitalista, la gente basa su economía en las redes de confianza de su comunidad. Los mercados informales tienen sus reglas y la gente las cumple, aunque no encajen en la mentalidad capitalista. ¿y qué pretende hacer el sistema con la gente que se empeña en comer y vivir o sobrevivir a pesar de no tener cabida en él? ¿Matarlos a todos? ¿Meterlos a todos en la cárcel por el crimen de no encajar en el capitalismo? ¡Pero si no se los deja encajar!