miércoles, 26 de septiembre de 2012

Mi apuesta para los premios Sajarov 2012 a la libertad de conciencia



Los premios Sajarov a la libertad de conciencia fueron fundados en 1985 por el Parlamento europeo. Se llaman así por uno de los físicos nucleares cuyas investigaciones y hallazgos llevaron a la realización de la bomba atómica. Andréi Sájarov, soviético, descubrió el mal que podían hacer sus descubrimientos y se cambió de bando, para luchar por imponer tratados pacifistas que prohibieran su propio invento. De ser un físico nuclear respetado y de prestigio, pasó a ser un activista por la paz y la defensa de la verdadera seguridad: la no proliferación de armas, reprimido y denostado por su gobierno.

Sajarov fue una persona brillante, de humanidad e inteligencia destacable que sí mereció un premio Nobel de la paz, aunque después algunos receptores del mismo hayan ensuciado y desvirtuado su valor. Lo recibió en 1985, y tuvo que recogerlo su mujer porque a él, sus represores, no le dejaron salir de la Unión Soviética para la ocasión. Así les ocurre a muchos de los que han recibido el premio que lleva su nombre. Muchos están en la cárcel por ser libres, por no vender a ningún precio su libertad de pensamiento y conciencia.
Acaban de proclamarse los cinco finalistas para recibir el día 10 de diciembre de 2012 el premio Sajarov. Entre los finalistas están los tres opositores de Ruanda, encarcelados por el régimen de Paul Kagame. Alguien me ha dicho que es probable que no se lo den a Victoire Ingabire, Deogratias Mushayidi y Bernard Ntaganda, porque a los parlamentarios europeos “les gusta más lo mediático”.

Los finalistas son, además de los ruandeses que se pudren en la cárcel desde que intentaron presentarse a las elecciones de 2010, contra el otrora niño mimado de occidente, Paul Kagame, 

el bielorruso Ales Bialiatski, candidatura que promueve el polaco Jacek Saryusz-Wolski, y otros 87 parlamentarios; 

el pakistaní Joseph Francis, cuya candidatura ha promovido el grupo europeo de Conservadores y Reformistas; 

el grupo de música ruso Pussy Riot, promovido por el parlamentario Werner Schulz y otros 45 colegas 

y por último la abogada Nasrin Sotoudeh y el director de cine Jafar Panahi, ambos de Irán, candidatura promovida por una coalición de cuatro grupos, Alianza socialista, Alianza de liberales, los Verdes y un grupo de 13 parlamentarios más.

Tras leer la documentación que se publica en la web del parlamento sobre los finalistas, me aventuro a decir que creo que se lo darán a los dos iraníes. Estas son solo mis reflexiones, cualquiera de ellos puede ganar.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿De qué hablan Susan Rice y Obama? ¿Quién es idiota en Etiopía?



Me fui de vacaciones al final de julio preguntándome si sería cierto o no que había muerto Meles Zenawi, el primer ministro de Etiopía. La desinformación de algunos regímenes concede a sus ciudadanos todo el derecho a especular. El señor había faltado a la cumbre de jefes de estado africanos, que se celebra en la capital de su país cada año a principios de julio, sin dar ninguna explicación, al menos a los ciudadanos. Después se supo que estaba en un hospital de Bruselas. Pero nada de su enfermedad, de la gravedad. Nada de nada. El 21 de agosto, se anunció que Meles había muerto, después de estar “descansando” del agotamiento por su duro trabajo, casi dos meses.

El 2 de septiembre se celebró su funeral, a él acudieron personalidades políticas y diplomáticas de todo el mundo. Entre ellos Susan Rice, embajadora de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU. En su discurso dijo textualmente, cuando ponía por las nubes a Meles Zenawi, “por supuesto que tenía poca paciencia con los tontos, o los idiotas (“idiots”), como a él le gustaba llamarles”…

Hemos de suponer que la señora Rice se refería a la oposición política, a los periodistas, a los activistas de derechos humanos, a los que criticaban al gobierno, a los artistas, a los ciudadanos corrientes que han muerto o languidecen en las cárceles, o han tenido que huir de sus casas y tierras o al exilio por culpa del dictador que acaba de fallecer.

Después de las elecciones fraudulentas de 2005, que en realidad ganó la coalición de la oposición (ese atajo de idiotas), el régimen de Meles detuvo a unas 60.000 (sí, han leído bien, 60.000 personas) en las protestas por el pucherazo protagonizado por el partido del “brillante” Meles, para aferrarse al poder. En las protestas de las calles murieron unas 200 personas a manos de la policía. El poco paciente con los idiotas acusó a los detenidos y muertos de “querer expulsar al gobierno”, ¡y tanto!, ¡se habían presentado a unas elecciones y las habían ganado! ¡Qué idiotas! ¿Verdad señora Rice? Para las de 2010, Meles y su aparato político no fue nada incauto y metió en la cárcel a los opositores más importantes antes de las mismas. Hasta su fiel aliado, EEUU, tuvo que reconocer que las elecciones habían sido una chanza descarada.

Supongo que la señora Rice se refería además a la jueza y opositora etíope Birtukan Mideksa, a la que metió Meles en la cárcel después de haber ganado dichas elecciones de 2005 y condenó a cadena perpetua, por idiota. Quisieron obligarla a “pedir perdón por sus crímenes” (principalmente el crimen de haber retado a Meles en las elecciones), pero ella se negó durante años, esta mujer adorada en Etiopía y el mundo entero se convirtió en una mártir del régimen. Finalmente en 2010, la liberaron afirmando que ya había pedido perdón, algo que ella nunca ha llegado a confirmar y que yo no me creo, aunque sí comprendo su decisión de salir de la cárcel, callar, dejar la política, abrazar a su familia y huir del país…