Según
desvela Radio Okapi, el jefe militar de los rebeldes del M23, Sultani Makenga,
ha anunciado a la agencia internacional de noticias AFP, que sus tropas
comenzarán a salir de la ciudad de Goma, capital de la provincia Kivu Norte, en
el este de la República Democrática del Congo, el miércoles 28 de noviembre, y
que se habrán ido para el viernes, día 30, explicando que necesitan 48 horas
para reunirse, antes de retirarse.
Makenga
ha explicado que están a la espera de que regresen al punto de encuentro las
tropas que están lejos de Goma, “para volver a las posiciones iniciales en el
territorio de Rutshuru, en la frontera con Ruanda y Uganda”.
Ruanda
y Uganda son los dos países que un informe de la ONU acusa de armar y financiar
a este grupo que hace la guerra en el este del Congo desde principios de este
año. Aunque a la vez que se hace patente su implicación en el conflicto, han
sido los encargados de “buscar soluciones” en una conferencia de jefes de
estado de la región de los Grandes Lagos, celebrada en la capital de Uganda el
pasado sábado, día 24 de noviembre, y el secretario general de la ONU ha “recibido
con agrado” las conclusiones de estos dos “jueces y parte” en el conflicto.
Según
asegura el periodista Geoffrey York, en varios tweets enviados el mismo día 28,
el jefe de los rebeldes M23 le ha dicho abiertamente que se retiran, sí, “no es
un problema para nosotros” pero “podemos volver en cualquier momento”. El
periodista asegura que el jefe militar le ha dicho que el M23 estará preparado
para volver a tomar Goma de forma inmediata si el ejército regular de la RDC
intenta tomar el control de dicha ciudad, “volveremos, si Kabila no cumple sus
promesas”.
Aunque
el jefe del ejército ugandés, Aronda Nyakairima, insiste en que los rebeldes
del M23 se comprometieron en la reunión de Kampala a una “retirada total y sin
condiciones” de Goma.
Zorros, encargados de guardar
las gallinas
El
general Makenga del M23 viajó a la capital de Uganda, Kampala, donde se reunió
con los jefes de Estado de Uganda, Ruanda y RD Congo, Yoweri Museveni, Paul
Kagame y Joseph Kabila, respectivamente.
La
mera celebración de esa cumbre ya fue considerada una traición por muchos
congoleños, que ven impotentes cómo los señalados como agresores y culpables de
la violencia se reunían para “solucionar” la situación, de cara a aparentar
ante la comunidad internacional, que asiste impasible a estos sinsentidos. Para
el analista político Jean Pierre Mbelu estos líderes reunidos en Kampala son “les renards qui sont devant les poulaillers
de la RDC”, los zorros encargados de guardar el gallinero, que es la RDC.
La
sensación generalizada en los medios congoleños, tras la celebración de la
reunión era que Kabila, tras haberse negado inicialmente a negociar con los
rebeldes del M23, había claudicado finalmente ante los agresores. Ya antes,
muchos acusan a su partido y al gobierno, nacional y regional de los Kivus, de
estar beneficiándose de, y colaborar con, esta agresión al país. Una de las
cosas que se acordaron en la reunión es “desconcertante”·para el activista
congoleño exiliado, Kambale Musavuli, “se desplegará en el aeropuerto de Goma
una fuerza conjunta, compuesta por una compañía neutral, una compañía del
ejército regular de Congo y una compañía del M23”, y Musavuli se pregunta “¿Acaso
tiene esto sentido para alguien?”
Desmilitarización, pero con
cien hombres en el aeropuerto
El
jefe del M23 se refiere a estos compromisos de Kabila. Conforme a las
resoluciones tomadas por los jefes de Estado de los Grandes Lagos en Kampala,
el día 24 de noviembre, la rebelión conservará 100 hombres en el aeropuerto de
Goma.
El
30 de noviembre, los mencionados jefes de estado se reunirán el Goma para
“asegurarse del respeto de estos acuerdos de desmilitarización en y alrededor
de la ciudad”, según Kampala.
El
diario Le Potentiel cita al portavoz del gobierno congoleño, Lambert Mende, diciendo
que “no se fía” de la promesa del M23. Mende admite en sus declaraciones la
claudicación de Kabila, que tanto han criticado los congoleños, “una vez que se
hayan retirado, el presidente Kabila se reunirá con ellos” para negociar, “se
llevará a cabo una revisión de los acuerdos de 2009, y escuchará las quejas que
crea legítimas”.
Esta
“revisión” de los acuerdos firmados en Goma en 2009 por el gobierno de la RDC
con los antiguos rebeldes del CNDP, (Congreso Nacional para la Defensa del
Pueblo) de Laurent Nkunda, también acusados de ser armados y financiados por el
gobierno ruandés, son la principal reivindicación del M23, compuesto por
prácticamente los mismos elementos.
La Unión Africana, en su línea
La
llegada de una mujer a la presidencia de la Comisión de la UA, la surafricana
Nkosazana Dlamini Zuma, no parece haber aportado definición y claridad al
órgano que dirige la UA, que sigue demostrando que es incapaz de resolver los
problemas de agresiones entre estados africanos.
El
día 27 emitió un comunicado en el que reconoce a los rebeldes armados agresores
como una parte legítima de las negociaciones, pide al M23 que acate “las
decisiones adoptadas en Kampala”; alaba aquello que tan fuertemente han
rechazado los congoleños, que el presidente Kabila negocie con los rebeldes,
diciendo que “valora el compromiso de Kabila para “escuchar” y “evaluar” “las
quejas legítimas del M23”; además pide apoyo a la ONU, a pesar de que la ONU
tiene ya en el este de la RDC desplegada una misión de paz llamada MONUSCO, antes
MONUC, desde 1999, que es la más grande y costosa de todas las que la ONU tiene
y haya tenido en el mundo entero, y aún así, no lograron defender, junto con el
ejército de la RDC, ni una sola ciudad, de un ataque rebelde.
El
comunicado de la UA entre las manidas frases de siempre como “honda
preocupación”, no menciona ni de la forma más mínima la consabida y demostrada responsabilidad
de Uganda y sobre todo Ruanda, en esta agresión ilegal extranjera a Congo, el
crimen de iniciar una guerra, el más grave de todos los crímenes de guerra.
Así
están las cosas, a día de hoy, 28 de noviembre de 2012, en la región de los
Grandes Lagos africanos. La situación puede darse la vuelta completamente en
unas horas, girar 360 grados, pero nada ha cambiado ni parece que vaya a
cambiar de momento desde los años 90. El plan de balcanización de Congo que
Ruanda desea llevar a cabo desde entonces, anexionándose el este de la RDC a su
territorio, sigue avanzando con paso firme.
Según
Kambale Musavuli, la ministra de Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, tuvo el descaro de acudir a
una reunión diplomática este verano para discutir el problema del M23, blandiendo
lo que ella y su gobierno llaman mapa de la antigua Ruanda, en el cual Ruanda
abarca la mayor parte del este de la RDC, defendiendo que es lógico que Ruanda
ejerza sus derechos sobre la tierra congoleña. Esto contado por asistentes a la
misma reunión.
Resumen
realizado con informaciones de Le
Potentiel, Geoffrey York,
los análisis de Jean Pierre Mbelu en INGETA, Kambale Musavuli y otras
fuentes.
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