El sistema de beneficiar con el dinero público los intereses
privados, creo que se llama en lenguaje político “liberal”, se lleva aplicando
a África muchos años. Prácticamente desde la independencia, como denuncia
Michael Sata, presidente de Zambia y otros muchos de sus líderes.
Estamos acostumbrados a leer en nuestra prensa sobre
cumbre de quien sea con o sobre África en términos de “ayudar” al continente,
pero en la prensa africana se habla desde el otro punto de vista de estas
cumbres: “La necesidad que tienen los países industrializados de nuestras
materias primas para poder seguir manteniendo su nivel de vida nos pone en el
centro de todas las cumbres”, los africanos saben muy bien para qué se organizan
esas cumbres, y no es para ayudarles, sino para hacer negocios. Son numerosas,
está la de Tokio, la France-Afrique, el foro China África, EU-África…
De forma paralela a las cumbres, lo que realmente pasa es
que se firman jugosos contratos entre las empresas privadas de cada uno de los
países “desarrollados” con los gobiernos de turno africanos, a cambio, como
bien dice este periodista gabonés “de ayuda al desarrollo y otros favores a medida” de los gobernantes africanos. Ciertamente, las
compañías privadas firman jugosos contratos y los gobiernos “pagan la cuenta” con
“ayuda” del dinero de los contribuyentes.
Ni los contribuyentes occidentales obtenemos beneficio de
los contratos que puedan agenciarse las grandes compañías que se dicen de
nuestro país (aunque cotizan en paraísos fiscales), ni los contribuyentes
africanos obtienen beneficio de la ayuda que aceptan sus gobernantes, a cambio
de malvender los recursos de todos.
El presidente de Zambia, Michael Sata, acudió a la quinta
cumbre Japón –África, que se celebró el primer fin de semana de junio, y habló
claramente de este asunto, afirmó que los africanos saben perfectamente para
qué se organizan estas cumbres, no para ayudar, sino para negociar sobre
materias primas, y recordó que “sólo los africanos pueden resolver los problemas africanos” y que ninguna cumbre
será la solución. Su discurso y actuación en Tokio, para mí fue como decir:
vamos a ver, no finjamos que nos engañan, nosotros (africanos) sabemos a qué
venimos, y ustedes saben que pagar con “ayuda” es más barato que hacer negocios
de forma transparente y justa, y es lo que van a intentar, así que dejemos las
pamplinas y la hipocresía a un lado y vayamos al grano, negociemos.
Muchos líderes africanos hablan en estos términos en las
cumbres internacionales. Nuestros medios les dan tan poca importancia que ni
siquiera se toman la molestia de montar una campaña de desprestigio que ponga
en su contra a la opinión pública de todo Occidente por “locos”, como hacen con
los líderes latinoamericanos que se comportan así de francos con nuestros
gobernantes, que van a pagar la cuenta de estas empresas privadas con dinero
público.
Tal vez sea porque todavía ninguno ha “nacionalizado”
explotaciones escandalosas de sus recursos por parte de las compañías
extranjeras, o se ha atrevido a decir directamente “no pagaremos una deuda
ilegítima”.
De momento, los africanos que han hecho amago de algo
parecido han muerto asesinados por sus propios estados, con la ayuda de las
potencias occidentales.
Tomás Sankara, como presidente de Burkina Faso, dijo en su discurso de la cumbre de Jefes de Estado
Africanos en 1987: «la deuda ha sido impuesta por los fabricantes de hambrunas,
los mercaderes de la miseria. Es moralmente inadmisible, políticamente
inaceptable, matemáticamente impagable. Hay que anularla y sólo hay una vía
para hacerlo: la lucha solidaria de los países empobrecidos». Pueden ustedes
adivinar el resultado de su intento de negarse a pagar la deuda, y que el resto
de países africanos se negase también, creyendo en eso de la unión hace la fuerza.
A Sankara lo mató un militar que le sucedió, por cierto, hasta nuestros días,
Blaise Compaoré, con la ayuda de Francia.
Ken Saro Wiwa, un
líder nigeriano que exigía al gobierno de Nigeria que no permitiese el
escandaloso robo y destrucción que infringían las compañías petroleras
estadounidenses al pueblo de Nigeria, murió asesinado por el estado de Nigeria
que lo acusó de indignado, digo de “querer desestabilizar la seguridad del
estado”, con la ayuda de EEUU, en 1995. Wiwa no era presidente, pero tenía
tanto apoyo popular que podría haber llegado a serlo, estoy segura.
Y así llegamos a
nuestros días, nadie hace caso a discursos como el de Michael Sata, porque en
lugar de pasar de las palabras a la acción, es alumno aplicado. Se traga el
orgullo y cumple con la negociación.
Pero yo tengo la
esperanza en que toda esta indignación no tarde en ir a más. Que los líderes
africanos pasen de la indignación a la acción, con el apoyo de sus pueblos. Y
los grandes medios occidentales tengan que ponerse manos y recursos a la obra
para montar campañas de desprestigio de todos ellos. “¡Locos! ¡Ridículos!
¡Dictadores!”. Al fin y al cabo ¿quién no está loco? Que levanten la mano los
gobernantes perfectos.
Lo que todos sabemos, Rosa. Es cuestión de tiempo. De momento los africanos pasan de sus líderes, les dejan hacerse con el control. La preocupación primera es sobrevivir, educarse y extenderse por el mundo a ver lo que hay. Pero todo lo que sale ha de volver tarde o temprano, y mirando un poco a nuestro alrededor, vemos cómo se está despertando del letargo. Latinoamérica necesitó más de siglo para empezar empezar a hacerse oír. África a penas lleva 50 años de independencia formal. Luego llegará la real, no puede postergarse ad aeternum.
ResponderEliminarSimon.
Yo también tengo fe absoluta en esto que dices, Simon. muchas gracias por comentar
ResponderEliminarRosa, muy bueno el articulo y el blog en general. Lo descubri a traves de la revista pueblos.Me parece importante valorizar el discurso africano sobre africa más allá de los tópicos y clichés sistemáticos de la prensa corporativa. Me sumo al comentario de Simon que interpreto como una invitacion al optimismo.
ResponderEliminarLe hice un tweet para difundir.
#Africa Las cumbres de “#Ayuda”… a hacer negocios jugosos http://africaenmente.blogspot.com.es/2013/06/las-cumbres-de-ayuda-hacer-negocios.html … @rosamoro3 v @revista_pueblos
Gracias Onada Expansiva, me alegro de que te guste y gracias también por la difusión. De paso yo he echado un vistazo a tu blog y digo lo mismo, me gusta mucho. Entre todos, poco a poco, vamos derribando estereotipos, generalidades y clichés falsos o descontextualizados.
EliminarUn saludo
Don Simon no estoy de acuerdo. el problema de los africanos no es que pasan de sus lideres y que busquen a sobrevivir. el verdadero problema es el neolonialismo europeo. africa es la vaca de leche de europa, francia particularemente. chupan la lecha dejando morir la lechera. desgraciadamente nuetros politicos han sido formados por programas ofrecidos por los neocolonialistas. por eso nosotros la generation montante no creemos a todas las formas de ayuda de europa( ong, asociation, religiosos , apoyo...) por que esta pensado a dañar le futur de nuestros hijos. Son ayudas hipocritas. no lo necesitamos
ResponderEliminarGracias por esta aportación!
Eliminarfrente a la hipocresía de la Ayuda, creo en la preparación de esta generación montante, sin duda.
Añadiría al neocolonialismo europeo del que hablas "y estadounidense", o diría neocolonialismo occidental en general.
Ese neocolonialismo es una parte terrible del sistema en el que estamos atrapados todos los seres humanos humildes, clases trabajadoras, bajas, pobres, incultas o críticas, ignorantes o discordantes... es el sistema liberal-capitalista que nos agrede a todos los de abajo. Ello nos pone en el mismo barco, en el mismo bando. Ojalá tomemos conciencia de esto.