sábado, 22 de octubre de 2016

#PeriodismoÁfrica. Un mundo de frikis

Casa África organizó un encuentro de periodistas africanos y españoles. Hay que agradecer a Casa África esta labor de cambio -a mejor- de la imagen de África que hace como nadie, seguro que no es nada fácil traer a España al mismo tiempo a periodistas africanos de renombre, periodistas españoles que viajan por el continente sin parar, ellos mismos desde Canarias a Madrid… y sentar a todos a una mesa para valorar y pensar ¿cómo hablamos de África los periodistas y los medios? Me recordaba a un encuentro anterior, también gracias a Casa África, la presentación del libro “Si hablas de nosotros…” de hacía unos años, lo disfruté mucho y escribí esto al respecto. Cual no fue mi sorpresa cuando Ángeles Jurado y Joan Tusell dijeron que llevaban madurando la idea de este encuentro de octubre de 2016 ¡desde aquel día de 2011! Magnifico trabajo. A mí ambas reuniones me parecieron un éxito. Joan Tusell confesó que cuando preparaban este encuentro se decían entre ellos “pero qué estamos hacendo, si esto va a ser un encuentro de frikis”. Solo un respetable puñado de frikis (la caja de música del palacio de Cibeles de Madrid estaba lleno hasta la bandera) se apunta a estos eventos ¡y encima disfruta de ellos! Pues que viva el mundo friki.

Algunos apuntes de lo que allí se dijo: 



Dijo el profesor Eric Chinje (director de Africa Media Iniciative, AMI) que el principal problema del periodismo en África es que los periodistas y medios africanos toman en 85% de sus informaciones de solo dos agencias: AP y Reuters. Creo que esto da en toda la diana. El problema ya no son las fuentes, que lo son, sino ¡las fuentes de las fuentes! Si los periodistas e investigadores se informan en fuentes parciales o influenciadas por fabricantes de realidad, la información y el esfuerzo de esos periodistas e investigadores tendrá fallas.

Abundando en lo mismo. Dijo Anim Van Wyk (editora de la web fact-checking @Africacheck) que la información de los medios es de extrema importancia porque la gente toma las decisiones basándose en la información que recibe. Si esa información es errónea, las decisiones de la gente serán erróneas.

Recuerdo que en una ocasión me quejé de que para informarme sobre el conflicto de Malí, en 2013, no había información original de los malienses. Una mujer que por lo visto vivía en Bamako, me replicó que había muchos medios malienses, que me informase mejor. Lo que esta mujer no sabía es que yo soy una friki de la información y conocía todos los medios de que hablaba ella, pero seguía sin ver información original de los malienses, yo acudía a los periódicos y periodistas malienses y no veía más que noticias de AP, RFI, Le Monde, Jeune Afrique, Reuters, BBC, opiniones de los políticos franceses, diario de la intervención militar francesa, análisis de ONGs internacionales… Muy pocas excepciones, como Aminata Traoré, a la que insultaron algunos “expertos” y “verdaderos conocedores” de Malí, por quejarse de la injerencia colonialista extranjera.

Dijo Lucía Mbomio, periodista de origen guineoecuatoriano, que cuando en España se habla de Guinea Ecuatorial solo se habla de Obiang, pero allí vive además casi un millón de personas que hacen cosas, y las hacen en unas circunstancias excepcionales.

Yinka Adegoke (editor de Quartz Africa) nos recordó que los medios controlados por el gobierno en su país son igual que los medios controlados por el gobierno aquí. Efectivamente Preguntémonos por RTVE & Cia y dejemos de juzgar a las sociedades africanas con nuestra ceja levantada. Y ya de paso ¿por qué no nos preguntamos por los medios controlados por los poderes económicos, como por ejemplo… ¡practicamente todos! empezando por AP y Reuters que minan la originalidad de los periodistas africanos como señaló muy acertadamente el profesor Chinje?

Daouda Coulibaly (periodista de Ivoire Justice y video- bloguero) nos pidió con insistencia que contactásemos con ellos siempre que queramos saber algo de sus países, eso es lo normal ¿no? “Si hablas de nosotros…”.

Rosebell Kagumire (periodista y bloguera ugandesa) nos señaló que hay demasiada presión sobre los comunicadores africanos para contar historias positivas. ¡Pero eso no cumple con la regla del periodismo de contar lo que alguien no quiere que se sepa! Con la normalidad a la hora de informar sobre los países y acontecimientos africanos debería ser suficiente. Normalidad. Empeñarte en contar solo cosas buenas para luchar contra los estereotipos de guerra, pobreza, enfermedad, etc, es como un estereotipo más.

Contra los estereotipos y estos contraestereotipos que siguen cojeando del mismo pie, Verashni Pillay, redactora jefa del Mail & Guardian de Sudáfrica, añadió que dentro de esa presión por exigir “good stories” se pide desde Europa que se hable de posibilidades de negocio. Lo malo es que es obligatorio que sea solo en una dirección Posibilidades de negocio para europeos en los países africanos. Cuánta razón, no he visto a ningún periodista africano que venga por aquí y se empeñe en que le contemos qué posibilidades de negocio hay en España para sus paisanos, como si fuera algo super-positivo que contar. Pillay añadió que tampoco están tan conectados como nuestro imaginario eurocentrista presupone, “nosotros no vamos por ahí pensando todo el tiempo, soy africana o africano”, creo que nadie va por ahí pensando en su identidad continental, es verdad, cada uno siente la identidad de su país, de su región, de su cultura, pero no de un continente.

Daouda Coulibaly además insistió en la importancia de cuidar nuestra libertad. Yo también creo que la libertad es un tesoro cuyo valor no se puede calcular en dinero. En 2007 Nelson Mandela no pudo asistir a un congreso mundial de Asociaciones de Prensa que tuvo lugar en Ciudad del Cabo. Estaba demasiado viejo y reunirse a debatir con miles de periodistas era “un exceso de algo que le gustaba demasiado”, tanto que los médicos consideraron que era un riesgo para su salud. Envió una breve carta deseando “que vuestra watchword sea siempre verdad y libertad”. Me gusta la palabra watchword porque significa consigna o lema, pero también un poco de principios, un poquito de guía, un poco moneda de cambio, un poquito de algo a lo que debes estar siempre atenta. Desde poco después de esa carta de Madiba a los periodistas, tengo una moneda que llevo siempre conmigo, por un lado pone verdad y por el otro libertad. Porque soy una friki de la información -y de la información sobre África, más-, tengo un talismán que me recuerda cuál es mi moneda de cambio, mi watchword.

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