miércoles, 7 de mayo de 2014

Informe Mapping e Informe Gersony, inventarios de crímenes y criminales (15 de 17)

Desde 1994, los partidarios de Kagame y él mismo siempre han venido presentando la invasión de Zaire-RDC por parte de las tropas del Frente Patriótico Ruandés (FPR) como resultado del legítimo deseo de perseguir sin descanso a los genocidas hutus (…). 
Esta excusa, que disidentes marginalizados consideran desde hace mucho una falacia, finalmente ha sido puesta públicamente en tela de juicio, e incluso ante el propio establishment, como resultado de la filtración publicada en la prensa del preinforme o borrador del Mapping Report, finalmente publicado el 1 de octubre de 2010.
“Ese preinforme no sólo establece un inventario de los abusos masivos cometidos durante 10 años en la RDC sino que atribuye la responsabilidad de los más graves precisamente al FPR. (…) 
El informe concluye que los ataques sistemáticos perpetrados por el FPR en Congo contra hutus de Ruanda, Congo y Burundi, son calificables de genocidio “si tuvieran que ser probados ante un tribunal competente”.
Pero no era la primera vez que se denunciaban en la ONU las operaciones genocidas de Kagamé en Ruanda y en la RDC. Mucho antes (…) la exposición de Robert Gersony ante la ONU, realizada en 1994 y cuya versión escrita se ha conservado, ya mencionaba «masacres sistemáticas durante largos periodos y persecuciones de poblaciones civiles hutus por parte del [FPR]» en el sur de Ruanda entre abril y agosto de 1994, así como «masacres indiscriminadas a gran escala, de hombres, mujeres y niños, incluyendo enfermos y viejos…»
En aquel informe, Gersony estimaba entre 5.000 y 10.000 el número de hutus exterminados mensualmente desde abril de 1994. «Resultaba que la gran mayoría de los hombres, mujeres y niños muertos en esas operaciones, eran asesinados únicamente porque la casualidad los hizo caer en manos del [FPR].»
Es importante subrayar que, en aquel entonces, los miembros de aquella comisión decidieron clasificar el testimonio y las pruebas que aportaba el informe Gersony como «Confidencial» y ordenaron «que estuviera accesible únicamente para los miembros de la Comisión», quienes se apresuraron por cierto a enterrar inmediatamente sus conclusiones –como lo prueba la carta del 11 de octubre de 1994 sobre el HCR, carta que el señor Francois Fouinat dirigió a la señora B. Molina-Abram de la Comisión de Expertos.”
(Extracto del artículo publicado en Red Voltaire: Paul Kagamé: «Our Kind of Guy». Por Edward S. Herman, David Peterson.)

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